ZRC-F1. Actualidad fórmula 1. Seguimiento y opinión.

26 septiembre 2011

De dos en dos.


Campeones del mundo de F1 han sido 31 pilotos de un total aproximado de 2000 pilotos que han pasado por la categoría reina pero de esos 31 campeones del mundo sólo 8 han sido capaces de conseguirlos de dos en dos.

Multitud de factores han sido claves para realizar dicha proeza, algo así como ser campeón de liga de dos en dos veces o conseguir dos campeonatos del mundo de fútbol seguidos. Normalmente la primacía de la estructura en la cual está encuadrado el piloto planea sobre ese éxito, pero no siempre el equipo es el que da el do de pecho en pos de ese tan ansiado doblete.

Si analizamos con un poco de detenimiento todos esos dobletes, apreciamos que en el primero de ellos, conseguido por Ascari a bordo de un Ferrari 500 F2, prevalece tanto el talento del piloto como de la escudería, ambos en plena eclosión deportiva tras una larga experiencia , tanto de Ascari, hijo y hermano de piloto, y de Ferrari, piloto, preparador, jefe deportivo de Alfa Romeo en la década de los años treinta del pasado siglo y creador de escuderías anteriores a Ferrari ( Auto Avio Construzioni ). Ambos están en plenitud de facultades y también por primera vez aparece el factor suerte – tan a tener en cuenta como un elemento más de la temporada- pues un accidente de Fangio le brinda en bandeja de plata el segundo campeonato de Ascari, como sucedería en el año 1955 al desaparecer Ascari víctima de un accidente mortal en unos entrenos privados en Monza.

Fangio le sigue y lo haría de dos en dos es decir, dominando las temporadas de 1954 a 1957 con cuatro escuderías diferentes, siendo el único piloto de la historia capaz de ganar cinco campeonatos con militando en cuatro escuderías diferentes, Alfa Romeo, Maserati, Mercedes y Ferrari, dejando bien claro la supremacía del argentino sobre el resto de los pilotos, pese a los talentos de Ferrari, Colombo, Lampredi y Chitti en la Scuderia o Alfred Neubauer en Mercedes Benz, lo que han hecho y hacen estadísticamente el mejor piloto de todos los tiempos, con records aún sin batir y que así quedarán, pues no me imagino un campeón del mundo con más de 43 años en un mundial de jóvenes talentos.

Brabham es el siguiente de la lista, años 1959 y 1960, a bordo de sendos Cooper T 51 F2 y T 52 F2. La astucia y talento del australiano, añadido a lo revolucionario de los coches de John Cooper se llevan el gato el agua en ambas temporadas, temporadas donde se recurre a los motores de 1.500 c.c. recién impuestos por la F.I.S.A. y es el talento británico quien mejor se adapta siguiendo una vieja tradición, poco peso y motores discretamente potentes, lo que hacen un cóctel muy competitivo y llevado a su epítome por Lotus, tanto en sus modelos de F1 (mod.25 o 33) como de calle (Elan, Seven).

El salto en años es considerable hasta que en 1985 Prost consigue llevarse dos seguidos, si bien Niki Lauda está apunto de realizarlo en 1975 y 1976 e incluso conseguir el triplete en 1975, 1976 y 1977, pero el accidente de Nürburgring en agosto de 1976, la lluvia de el GP de Japón de ese año y un James Hunt al acecho lo evitan. Niki Lauda no ostenta ese honor, pero si el de ser el único piloto que tras volver a la F1 una vez retirado ha sido c capaz de reverdecer laureles y conseguir el campeonato del mundo de 1984, nueve años después del primero, del cual también ostenta ese honor, la máxima distancia en años entre el primer y segundo campeonato.

Prost hace gala de un talento envidiable, una vez que Lauda se retira de modo definitivo en 1986 y Senna corre para Lotus. Los otros dos entorchados serían alternos en lucha con el León de la Isla de Man ( Mansell) y Ayrton Senna, ayudado a la supremacía en todos los aspectos de McLaren, pues pese a disponer de coches tan competitivos o más en Williams ( los modelos FW11B y FW14B) la organización es impecable, con Ron Dennis a la cabeza lidiando con los egos de Senna y Prost, Gordon Murray como diseñador jefe y Joan Viladelprat en el desarrollo mecánico, frente a unos Frank Williams tacaño e insidioso como nadie y un Patrick Head tirando del carro técnico, lo cual se traduce en los resultados que todos conocemos.

1990 y 1991 nos trae el mismo campeón Ayrton Senna, el cual acusa el enrarecido clima McLaren, pese a su manifiesta supremacía, lo cual no hace más que precipitar su huida a Williams y ese conocido final. En este caso el porqué del doblete no ofrece dudas, los mejores con los mejores, McLaren como equipo, Tag-Porsche como motorista y el talento de Senna no hacen más que corroborar lo sucedido en esos años.

Algo parecido sucedería con Schumacher en los años 1994 y 1995, mejor talento como piloto en el Kaiser, Briatore dirigiendo sus designios y Ross Brawn saliendo del cascaron insultantemente, lo cual pone en solfa a un McLaren con vitola de ganador, Williams en pos de un nuevo talento, Lotus en su ocaso tanto deportivo como económico y Ferrari en su particular travesía del desierto que duraría desde 1979 y Scheckter hasta 2000 y Schumacher.
Hakkinen aprovecha las mismas circunstancias que Schumacher en años pasados, unido a la aparición de Damon Hill y Jacques Villeneuve en Williams (como dijimos en anteriores entradas, los mejores hijos de los mejores pilotos, únicos capaces de igualar o superar como el canadiense a sus padres). Los años de 1998 y 1999 son ganados por un Hakkinen ya centrado tras olvidar los antiguos excesos con las juergas y el alcohol y superar un terrible accidente al pilotar para Lotus. Los modelos MP/4 13 y MP/4 14 son los artífices del doblete junto al finés.

Schumacher domina con mano de hierro los siguientes años, en concreto desde 2000 a 2004, pero es de ley que no sólo el Káiser es quien domina, sino el triunvirato Brawn-Todt-Schumacher unido a la coordinación técnica de Viladelprat.
A día de hoy, 2005 y 2006 de la mano de un talentoso Fernando Alonso, especialmente el segundo año, donde nadie daba un duro por su segundo título, es el último de los dobletes conseguido ( a la espera de Vettel en Japón ) pero el talento del asturiano unido al del italiano Briatore consiguen un segundo mundial inalcanzable a priori, donde se demuestra por última vez que el talento prevalece sobre un coche no ganador al 100 % pero sí competitivo y equilibrado, cosa que adolece esta temporada en Ferrari.

Vettel a buen seguro será este próximo GP el siguiente de la lista, haciendo gala de talento, de diseñador, Adrian Newey y de director deportivo, Christian Horner. Y por lo que parece va para triplete al menos.

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